El motor de todo proceso terapéutico es el vínculo que se crea entre la psicóloga y las personas que acuden a ella en busca de ayuda. Así pues, mi finalidad como terapeuta es llegar a ser para ti un vínculo seguro, tranquilo y respetuoso, desde el cual explorar aquello que te hace sufrir. Para mí, el vínculo es la mano amable que te acompaña entre tus luces y sombras, y que te ayuda a entender qué ocurrió, qué ocurre, y qué queremos que ocurra.
La base desde la cual trabajo es la terapia sistémica. Sin embargo, para un buen ejercicio de la psicoterapia y para la profunda comprensión del delicado engranaje de una sesión, estoy en constante actualización con los avances en las diferentes escuelas psicoterapéuticas mediante cursos y seminarios.